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242. Tu Reino Amo, ¡Oh Dios!

Tu reino amo, ¡Oh Dios! Tu casa de oración, y al pueblo que en Jesús halló completa redención.
II
Tu iglesia, mi Señor; su templo y adoración, la grey que guiando siempre vas con sabia dirección.
III
Por ella mi oración, mis lágrimas de amor, y mis cuidados y mi afán por ella son, Señor.
IV
Un gozo sin igual me causa en ella estar; por siempre allí tu comunión anhelo disfrutar.
V
Yo sé que durará, mi Dios, cual tu verdad; y victorioso llegará a la eternidad.

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