Dios existe, es una realidad y muchos lo saben, aún ayer como hoy, muchos lo saben. Sin embargo, el problema del mundo no es saber si Dios existe, sino estar dispuestos a escuchar su palabra de verdad y obedecerla. Dice Santiago 2:19 "Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen y tiemblan"

Acab tenía sus propias batallas e intereses como los tenemos cada uno de nosotros a diario, sin embargo Acab no procuraba escuchar palabra que le contradijese su propia voluntad, sino que buscaba aquella palabra que le apoyara siempre, pues la que le contradice no la acepta. Así que también sabía Acab donde encontrar palabra refrescante aunque no viniera de Jehová, tal como muchos de nosotros a veces identificamos fuentes de cosas agradables que queremos oír y a estas fuentes recurrimos una y otra vez, sin importar si viene realmente de Dios o no, es lo que queremos oír y por eso estamos allí y nos hacemos de la vista gorda, porque es lo que queremos oír.

Pero lo que queremos oír a veces es camino de muerte, solo que no lo sabemos (a veces si), mas nuestro Padre que sí lo sabe todo, procura con su palabra guiarnos por camino de vida; por lo tanto, muchas veces niega nuestras peticiones, retarda nuestro pedido o simplemente calla ante aquello que queremos oír, porque es Padre bueno, y ningún Padre bueno dará una piedra si su hijo pide pan, ni dará una serpiente si su hijo pide pescado. Así que mas allá de nuestra voluntad, siempre está la voluntad del Padre, independientemente si lo escuchamos o no, su voluntad es una y está en nosotros conocerla o desconocerla, mas conocerla nos puede llevar a camino de vida, de bendición y de salvación; mas apoyarnos en nuestra propia prudencia puede hacernos caer en cosas que nuestro Padre quisiera librarnos, tal como está escrito en Proverbios 3:5-7.

En Juan 13:15, Jesús dice a sus discípulos: "Porque ejemplo os he dado, para que como os he hecho, vosotros también hagáis". Jesús es ejemplo de humildad y obediencia al Padre, aún en lo que humanamente le costaría mucho dolor, pero la obediencia al plan del Padre, estaba sobre su propio parecer, emociones y sentimientos, por lo tanto dice a su Padre: "...si es posible, pase de mi esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú"

Jesús oró por sus discípulas en Juan 17, pidiendo que fueran guardados del mundo, y si como discípulos queremos ser guardados, entonces debemos buscar la verdad, la cual verdaderamente santifica.

Dónde está la verdad?

...Tu palabra es verdad. Juan 17:17