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CUANDO SE HA PERDIDO LA PAZ

Estudio del texto básico

1 La angustia de un afligido, 

Salmo 38:1-8.


En el título de este Salmo se encuentran las palabras: "Para conmemorar, Probablemente este Salmo fue cantado o presentado con la ofrenda de los panes (vea Lev. 2:2 o 24:7).

Este Salmo refleja tres temas principales: enfermedad, culpabilidad y la hostilidad de los enemigos y aun de sus amigos. Su enfermedad tiene que haber sido algo terrible, algo que le hacía ser repugnante a otros. Lo peor aún era que esta persona sentía que su enfermedad era infligida por Dios, así él confiesa sus pecados.


Vv. 1-3. El Salmista pide a Dios que no le castigue con su enojo. Los hebreos no tenían otra explicación para la enfermedad, y especialmente para una enfermedad tan debilitante. Expresiones como tu furor... tu ira... tus flechas... tu mano... son todas imágenes del dolor del enfermo, visto como el castigo de Dios en esta enfermedad.


Todo el cuerpo está enfermo, tanto los huesos como la carne le duelen.

Aunque procura descansar, no es posible, ha perdido la paz en su cuerpo y en su espíritu.


V. 4. Los pecados del Salmista son vistos como la causa de su condición tan abrumadora. Su situación va de mal en peor. Reconoce lo terrible de su pecado que es como un peso que no puede soportar, le agobia como una carga pesada.


V. 5. Describe el horror de su situación, sus llagas se abren y hieden. Con una descripción tan horrible se puede entender por qué nadie quiere estar con él. Lo interesante aquí es que reconoce que estas heridas tan repugnantes son el resultado de su locura. Los salmos no son específicos en cuanto a las causas de su situación.


Las palabras metafóricas e imágenes significantes que se usan en este salmo, pueden ser aplicadas a la situación de cualquier otra persona. Por ejemplo. no sabemos en qué consistió la locura del Salmista, pero sabemos que hay enfermedades tanto físicas como emocionales que son el resultado directo de la imprudencia, la locura, de la persona, cuando no se está bajo el dominio de Dios, ni se practica el dominio propio.


Vv. 6, 7. Las consecuencias de la enfermedad le guían a la depresión y a una tristeza que consume su cuerpo y su mente. Anda como alguien que está de luto, no hay descanso alguno. Todo su cuerpo, desde la planta de los pies hasta la cabeza, le duele. No puede escapar de su dolor.


V. 8. El Salmista se siente como un hombre paralizado, debilitado, ...molido. No tiene fuerza ninguna. No puede hacer nada por el dolor y la incapacidad total. La segunda frase de este versículo demuestra una gran verdad en la enfermedad que se basa en su propia culpabilidad. Sus quejas son quejas del corazón, o sea de su mente.


En lugar de poder pensar en forma lógica en cómo mejorar, su mente le acusa, sus pensamientos corren por sus pecados, su locura, y se desespera. No hay paz en el cuerpo ni en su atormentada mente.


2 La esperanza en la acción de Dios, 

Salmo 38:15.


Los versículos 9-12 hablan del horror de la situación de este enfermo. Sin fuerzas, y cerca de la muerte, es abandonado por sus mejores amigos y su familia. Sus enemigos no le tienen compasión ninguna, sino aumentan sus ataques y fraudes. Quieren matarlo perjudicarlo, arruinarlo, y todo el tiempo hacen planes para su derrota final. Los vv. 13 y 14 demuestran la incapacidad de esta persona de responder a estos ataques, es como mudo, como sordo.


V. 15. Este versículo es de suma importancia en el salmo de lamento. Dios es el único que puede resolver la situación, y el Salmista confía plenamente en él. Puede confiar en Dios porque ha mantenido una relación íntima con él. El uso del nombre Jehovah, el nombre usado para la relación más íntima con Dios, afirma esta verdad. Demuestra la grandeza de nuestro Dios y la fe obstinada de este Salmista, que aun en esta situación desesperante, espera la res­ puesta salvífica de su Dios.


3 La decisión de arrepentirse, 

Salmo 38:17-20.


Vv. 17, 18. El Salmista se siente próximo a la muerte; sus dolores son constantes. ¡Frente a esta situación tan triste, él decide confesa! sus pecados que son la causa de su enfermedad. Sus pecados le llenan de inquietud, de tristeza.

Seguramente él ha reflexionado y ahora ve el pecado más como Dios lo vería.

El pecado no es solamente algo teórico, sino que es personal y es contra Dios y sus mandatos. Ahora, al verlo desde esta perspectiva, esta realidad le llena de inquietud. Sabe que la única solución es la de confesar sus pecados a Dios, y recibir de él su perdón.


Vv. 19, 20. Ve todavía la situación con el rechazo y hasta el odio de sus enemigos quienes le odian sin causa. Acusa a estas personas de darle mal por bien. Á pesar de que el Salmista quiere hacerles un bien, lo toman por mal.

Esta situación de injusticia es tan dolorosa que él no puede dejar de mencionarlo otra vez.


4 La petición por la presencia y ayuda de Dios, 

Salmo 38:21, 22.


Vv. 21, 22. El Salmista termina con una ferviente petición pidiendo la presencia y socorro constante de Dios. Hay que enfatizar su dependencia total en Dios. Noten que usa cuatro nombres para Dios en estos dos versículos: Jehovah. Dios mío; Señor, salvación mía. Es su Dios, su salvador a quien pide su pronto socorro. No hay otra solución posible que el perdón que Dios puede darle, y el socorro constante que le permitiría reconstruir su vida.


Estos dos versículos demuestran el dolor del Salmista, pero a pesar de su profundo dolor, no pierde la esperanza en el Señor. Presenta su plegaria pro­ funda con la seguridad de ser escuchado. La Biblia de Jerusalén traduce estos dos versículos así:


 "¡No me abandones, tú Yahveh, Dios mío! no estés lejos de mí! Date prisa a auxiliarme, ¡oh Señor, mi salvación!"

Este Salmo demuestra la pérdida de la paz de parte de) Salmista, al comprobar su enfermedad y sentido de rechazo y repugnancia. Busca la renovación de la paz y bienestar personal por medio de la confesión a Dios de sus pecados, confiando en su perdón completo. Pide el cuidado y la ayuda de Dios para su renovación, no solamente en su cuerpo y su mente, sino en la totalidad de su ser, paz consigo mismo, con los demás y con su Dios.

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