1. El único refugio que da seguridad, Salmo 62:1, 2.

Este Salmo contiene expresiones difíciles de traducir porque son exclama­ciones o jaculatorias (oraciones breves y muy fervientes). Son como expresio­nes de maravilla como cuando la persona no encuentra las palabras exactas para expresar su idea de Dios. Podemos identificarnos con el Salmista poique nosotros también carecemos de un vocabulario adecuado para expresar nues­tros sentimientos y aprecio a Dios que es nuestro refugio seguro, nuestra sal­vación frente al peligro.

Vv. 1, 2. Empieza con la gran afirmación: Sólo en Dios reposa mi alma; de él proviene mi salvación. La Versión Popular dice: Sólo en Dios encuen­tro paz.” Esta palabra no sólo significa la ausencia de la guerra y la alienación, sino es una manera de hablar de la totalidad de la vida. Shalomes el bienestar en todos los aspectos de la vida del Salmista.

El Salmista reconoce que no solamente encuentra su paz en él. sino que es Dios únicamente quien le salva. Repite la idea de la salvación dos veces porque es céntrica a su testimonio. Pero agrega que sólo es Dios quien le pro­tege y le da refugio. Por eso. puede decir confiadamente: no seré grandemente movido. Seguramente que el Salmista estaba en una situación difícil como se ve en los versículos que siguen: lo único que le daba seguridad era este refu­gio que tenía en Dios. Él ya había andado con el Señor y sabía cómo era su cuidado que incluía la totalidad de la vida.

Estos dos versículos son un hermoso ejemplo de cómo se intercalan los nombres y los aspectos de la personalidad Dios cuando se habla de él. Era imposible decir con una sola palabra todo lo que él es y hace.

2. Los ataques son inútiles para derribar esta seguridad, Salmo 62:3-6. Vv. 3.4. 

El Salmista explica las causas de su angustia y lo que le hace sentirse víctima de la saña de sus adversarios. El ataque ha sido fuerte y prolongado.

Se pregunta cuánto tiempo más van a continuar. Parece que el ataque es más bien en base a chismes y ataques personales, mentira y decepción. A él (o a ellos) le/les parece una pared que está a punto de caer.

Otra vez el Salmista usa el lenguaje metafórico en forma magistral. Senti­mos con él la situación dramática, aunque no sabemos precisamente en qué consisten los ataques personales. Lo que sí podemos hacer, sea cual fuere nuestra situación, es apropiarnos de su lenguaje adaptándolo a nuestra situa­ción específica.

Vv. 5, 6. Otra vez se cita el refrán del Salmista que vimos al principio. La única diferencia es en la segunda línea. Esta vez se cambia la palabra "sal­vación” por esperanza, demostrando la realidad en que se encuentra que parece desesperante. Para el creyente su única esperanza está en Dios. No será movido porque tiene un refugio sólido.

3. La confianza: testimonio e invitación, Salmo 62:7 8

y. 7. El Salmista se siente a punto de caer, pero aquí afirma que solo en Dios hay salvación, honor, protección, refugio. No hay otra posibilidad. Todo de­pende de Dios, en Dios está la roca de mi fortaleza v mi refugio.

V. 8. La invitación a sus conciudadanos es a confiar en Dios, a hablarle con confianza, esperad. La razón es que Dios es el refugio para todo el pueblo.

Estos versículos demuestran una de las realidades más importantes de la espiritualidad hebrea: su experiencia personal y racional demuestra su fe y su confianza en el Dios de Israel. Usan esta experiencia como oportunidad para compartir con los miembros de la comunidad y animarles a que también ellos confíen en Dios. El énfasis de la comunidad es un hilo que se ve desde el principio del Antiguo Testamento. Quien experimenta que Dios es fiel, desarrolla confianza en El y comparte este testimonio invitando a otros a confiar y espe­rar en Dios.

Este fuerte énfasis en la comunidad, y la responsabilidad como miembros de ella, se nota años más tarde en el concepto de la iglesia como cuerpo de Cristo. Cada miembro es esencial para el funcionamiento del cuerpo, y cada miembro es responsable de ese cuerpo y de cada uno que forma parte de él.

4. Tenga confianza solo en Dios, no en las cosas, Salmo 62:9-12. Vv. 9, 10. 

Las soluciones humanas no son adecuadas para los problemas dia­rios. Da igual si uno es rico o pobre, son inadecuadas frente a los grandes problemas de la vida. Aun juntándolas son menos que un soplo en las balanzas de la vida. Poner la confianza en la violencia o el pillaje, o en enriquecerse de ninguna manera sería una solución a los problemas. O sea. ni el poder de la fuerza violenta, ni el poder de la riqueza son confiables para solucionar los problemas de la vida. La única solución es confiar en Dios de manera plena.

Estos dos versículos, así como los versículos 3, 4. demuestran la hostilidad y engaño que hay en la sociedad humana y cómo la gente procura ganar la vida usando estas cualidades negativas. El mensaje del Salmista es que hay sola­ mente una fuente para la vida, que es Dios quien es nuestro refugio. Esperad en él en todo tiempo (v. 8a).

V. 11. Este versículo es una expresión literaria para poner énfasis en lo que va a seguir. Es como decir: escúchenme cuidadosamente, lo que voy a decir es de gran importancia. Dios ha hablado y le ha revelado a su siervo cómo él es. Estos atributos son importantes porque fundamentan la confianza que el Salmista ha declarado: que en Dios hay fortaleza. Esa fortaleza sobrepuja el poder de los hombres.

Ya ha enfatizado que el poder de la fuerza y el poder de la riqueza no van a solucionar nada, pero ahora enfatiza que el amor y el poder pertenecen sólo a Dios, quien puede y quiere ayudar a los que confían en él. y lo hace con amor. Dios puede ayudar, su amor leal y su misericordia, indican que lo hará.

V. 12. El Salmista ha hablado de la maldad de aquellas personas que han actuado con malicia y falsedad contra él. procurando aniquilarlo. Seguramente está pensando en esta realidad cuando afirma que Dios pagará a todos según su obra. El que ha hecho bien, recibirá bendición, y el que ha hecho mal. recibirá castigo y condenación. Hay un mensaje más en este Salmo: no hay que pagar de la misma manera a los que nos maldicen y nos tratan mal. Se puede contar a Dios lo que ha pasado, sabiendo que él pagará con justicia a cada uno conforme a sus hechos. Qué bendición adicional para el Salmista encontrar refugio y salvación en Dios. Es parte de la paz de la cual ha habla­do al principio: en Dios reposa mi alma.