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EL GOZO DE LOS REDIMIDOS

Estudio del texto básico

El capítulo 35 nos presenta un cuadro del futuro glorioso que habrá para los que han confiado en el Señor y han seguido sus enseñanzas. Usando sus talentos poéticos en forma magistral, el profeta nos da una idea de la gloria y la alegría que va a experimentar la gente al volver a la amada ciudad de Dios.

Canta de la hermosura de la naturaleza cambiada por el Señor, del esfuerzo y valor del pueblo, de la santidad del camino en el cual regresarán, de la seguri­dad que había en él, y de la gloriosa llegada a la ciudad amada donde tendrán gozo y alegría.


1 La incomparable gloria de Dios, Isaías 35:1, 2.

V. 1. Palestina está rodeada por desierto en tres de sus lados. Cualquier viaje por tierra es un viaje por el desierto. La visión del paraíso es que el pueblo como el desierto van a florecer, tener vida. La manifestación de Dios será en la tierra santa. Dios salvará a los fieles, y para redimir a su pueblo toda la na­turaleza será transformada. Las flores del desierto aparecen por breves días y algunas solo por pocas horas, pero las rosas duran mucho más para dar gozo a los transeúntes. Habrá regocijo y profusión de rosas en el Araba, la región desértica de Judá. En un nuevo Edén la gloria de Jehovah se manifestará.


V. 2. Florecerá profusamente indica que las flores crecerán en abundancia en el árido desierto, creando un ambiente de fiesta se regocijará en gran ma­nera.La majestad del Carmelo y de Sarán era su gran vegetación entre ella “la jara’’, un arbusto en el que florece una pequeña rosa que unida a otras flores que cubren el terreno dan color y variedad al subsuelo. La gloria (presencia) de Dios es la causa de la hermosura de las montañas y los valles. La gloriay majestad son cualidades benignas de Dios que contrastan con la ira y el juicio, que Isaías señala en el capítulo 34.


2 Los débiles recibirán ánimo y esperanza, Isaías 35:3, 4.

V. 3. Después de proclamar la gloria de Dios en el mundo, el profeta anima al pueblo de Israel con un mensaje de consolación. Las manos débiles y las rodi­llas vacilantesmuestran a un pueblo que como prisioneros agotados vivieron esclavizados por sus vencedores. Pero ha llegado el tiempo de la redención y los imperativos fortaleced...aflrmad...dan ánimo a los que llegan a Sion en donde verán la gloria de Jehovah.


V. 4. El profeta continúa con el mismo enfoque del versículo anterior, de­ ben animarse y dar esperanza el uno al otro. Corazón apocado es el que está desanimado. Vuestro Dios viene con venganza, afirma que Dios sabe todo lo que pasa y está listo para dar retribución divina. Dios está con nosotros en me­ dio de las tempestades, las pérdidas y las derrotas. No tenemos que tomar

re­presalias ni practicar la venganza: Dios administrará la justicia y al mismo tiempo nos salvará.El verbo “salvar” en hebreo significa colocar en un lugar amplio y espacioso, todo lo contrario a una cárcel, es ser libre. Dios nos libra del lugar estrecho y peligroso para dejarnos en un lugar con amplios horizon­tes. En el sentido más amplio, la salvación significa libertad.


3 Los milagros de Dios, Isaías 35:5-7.

V. 5. La evidencia de la presencia de Dios en un mundo destruido por el peca­ do y la desobediencia, es su poder para sanar a los heridos por el pecado y la injusticia. Dios quería hacer esto con su pueblo para que sanado y restableci­do se uniera al cántico de la naturaleza (v. I). Dios mandó a Isaías a predicar a un pueblo que tenía ojos y oídos pero no querían ver ni oír su mensaje. En el glorioso día de la redención el profeta sabía que Dios iba a abrir los ojos y destapar los oídos para ver y escuchar el mensaje con el cual termina el v. 4: Jehovah vendrá y os salvará.


V. 6. Entonces¿cuándo y por qué sucederá lo que anuncia este versículo?

La respuesta es otra vez: Jehovah vendrá y os salvará. Cuando Dios haya sanado y renovado la tierra (vv. I. 2) entoncesél obrará milagros físicos en la gente: el cojo saltará... cantará la lengua del mudo. Su pueblo podrá andar sin obstáculos por su camino, es tiempo de restauración, y todos podrán cantar alabanzas ya no en un desierto estéril, sino entre la abundancia de las refres­ cantes aguas que en torrentesDios les envía. La salvación trac aparejadas muchas bendiciones.


V. 7. No hay nada más maravilloso que encontrar agua en el desierto.

Significa la diferencia entre vida y muerte. Nadie puede vivir sin agua. Así pondrá Dios manantiales u oasis en el desierto para sostener a los redimidos.

El territorio que había sido totalmente inhóspito iba a producir vida para el pueblo, y nacerán pastizales y cañaverales. A través de la Biblia el agua sig­nifica vida y gozo. Jesús usa este simbolismo para dar su mensaje de salvación a la mujer samaritana y a su pueblo. Su mensaje en el “gran día de la fiesta” fue: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí... ríos de agua viva correrán de su interior" (Juan 7:37b, 38). ¡Sin agua no hay vida abun­dante ni vida de ninguna clase!


4 El incomparable y perpetuo gozo de los redimidos, Isaías 35:8-10.

V. 8. Estos tres versículos constituyen una descripción del Camino de San­tidad. La fe bíblica es una fe del camino. Estamos viajando constantemente hacia la tierra prometida donde fluye leche y miel. Este versículo nos enseña que Dios ha preparado un “camino de santidad” para los suyos por el que hemos de estar viajando constantemente en la vida espiritual, progresando para ser una persona más completa en Cristo. Ningún impuro, sucio por el pecado, pasará por ese “camino”, solamente los redimidos. Dios mismo estará con nosotros. Aun los no experimentados en la vida religiosa, los nuevos creyentes, los simples, no van a extraviarse. Es el camino seguro porque ha sido hecho por Dios.


En la noche antes de su crucifixión Jesús les dijo a sus atemorizados dis­cípulos que les iba a dejar, pero que iba a preparar lugar para ellos. “Sabéis a dónde voy. y sabéis el camino." Cuando Tomás pone en palabras la pregunta de todos: “¿Cómo podemos saber el camino?” Jesús responde: “Yo soy el camino, la verdad y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14: 4, 5b y 6a). No nos extraña que los primeros creyentes fueron conocidos como “los del Camino” (Véase Hech. 9:2; 19:9; 22:4; 24:14).


V. 9. En el Camino de Santidad no habrá animales salvajes para destruir­ nos. El diablo es como león rugiente. Los redimidos pueden viajar en seguri­dad porque Dios les protegerá en cada paso que den. Vivimos en un mundo de tentaciones y peligros, pero si caminamos en el camino de Dios estos no van a tumbarnos. Caminarán por allí los redimidos es la ilustración de una gran multitud de creyentes que están en el camino que los lleva a la ciudad de Sion por el Camino de Santidad.


V. 10. El deseo universal de los judíos es volver a la tierra prometida. Aun hoy día muchos que no quieren vivir en Israel quieren visitar Jerusalén para orar allí antes de su muerte. En la Biblia volver es “arrepentirse”. El profeta tiene plena confianza en que muchos judíos van a dejar su vida de pecado para regresar arrepentidos a Dios. Será un gozo y alegría perpetuos volver a Jerusalén. la Ciudad Santa, la ciudad de la Palabra de Dios. Habrá paz eterna en Jerusalén y toda la tristeza huirá por estar en la presencia del Señor. Hay un gozo, una alegría que la persona perdonada experimenta que ninguno otro puede entender, es huir de la tristeza y el gemido del pecado y gozar de una vida nueva donde el gozo es perpetuo. Esta es la esperanza que Isaías tuvo aun ante el ataque de un ejército extranjero.

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