1. Hay gozo perpetuo para los redimidos.

Los que esperan en Dios y confían en su obrar milagroso, vivirán la alegría perpetua de la redención.

2. En la naturaleza vemos la gloria de Dios.

La naturaleza no es para adorar. Debemos adorar siempre al Creador y nunca a la creación. La naturaleza nos enseña que Dios es Dios de orden, armonía y simetría.

3. Podemos fortalecer a los débiles con la verdad que Dios vendrá y salvará a los que creen en él. 

Qué hermosas son las palabras: “ ¡Fortaleceos, no temáis!” La vida es muy difícil para muchos. Algunos ya no pueden más.

A veces no hay que decir nada sino solamente visitar y mostrar por nuestra presencia que amamos a la persona y hemos venido en el nombre de Cristo.

4. Dios nos ha preparado un “camino de santidad” que nos lleva a través de todo peligro hasta llegar a su presencia para que podamos dis­frutar de gozo perpetuo.

Debemos meditar mucho sobre el camino que Dios nos ofrece. Es el único camino seguro que nos conduce a una vida abundante y segura.