1. Los años no nos hacen sabios; hay que atesorar la Palabra de Dios y sus enseñanzas en nuestros corazones para adquirir sabiduría.

El atleta que sigue las instrucciones del buen entrenador, rápidamente puede mejorar su rendimiento en la competencia. El hombre de negocios puede experimentar un fracaso tras otro si no toma medidas para corregir los errores que está come­ tiendo.

2 La sabiduría es cualidad que nos prepara para toda faceta de la vida.

Nos da la orientación para tomar las decisiones sabias en los negocios, en el matrimonio, en el hogar y en resistir las tentaciones. También, nos da una fe dinámica que puede formar la base de una vida de significado.

3. Los conocimientos de los hechos biológicos en cuanto al sexo no son suficientes para orientarnos en nuestro comportamiento.

Necesitamos también las normas morales para poder actuar con sabiduría verdadera.

4. Si se vive con la perspectiva de confiar en Dios y buscar honrarle con los talentos, los bienes y las obras es una vida bendecida por Dios.