1. El camino a la restauración es doloroso.

Pero la expresión sincera del arrepentimiento puede cambiar ese dolor en alegría al recibir el acto bondadoso y sanador del perdón de Dios.

2. Dios recibe al pecador arrepentido.

Estas son “buenas nuevas" para todos. El arrepentimiento es reconocimiento del pecado cometido, y la determinación de vivir según la guía del Señor.

3. Este salmo ha traído bendición a multitudes de personas durante los siglos.

Es un modelo, una fórmula, que puede servir de guía para la persona que arrepentida está en el proceso de confesar su pecado.

4. Hay una relación íntima entre el estado espiritual de la persona y su alabanza a Dios. 

La alabanza es hueca a los oídos de Dios y de la comunidad si no es respaldada con una vida en plena comunión con el Señor.

4. El arrepentimiento tiene respuesta. 

Dios recibe la sincera expresión de arrepentimiento y le concede al pecador un nuevo corazón para que pueda renovar su vida y anunciar esta maravilla.