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DIOS ES MI LUZ Y MI SALVACIÓN

Ayuda homilética

Introducción:

El hermoso Salmo 27 que habla de Jehovah como luz y sal­ vación ha traído consuelo y aliento a miles de personas al paso de los siglos.

Pero este Salmo tiene otra parte, una oración de angustia donde el Salmista clama a Dios desde su más profunda alienación. Examinémosla porque puede ser su experiencia también.


I. El clamor que busca el rostro de Dios (vv. 7-10).

  • A. Se basa en conocer su palabra y haber andado con él (v. 8).

  • B. A pesar de las más negativas situaciones (la posiblidad de que Dios esconda su rostro de él, y que su familia lo abandone) hay confianza en que Dios le recogerá (vv. 9, 10).


II. El clamor por la instrucción del Señor (vv. 11-13).

  • A. Saber andar en el camino de Dios le salvará (v. I 1).

  • B. La confianza en la presencia de Dios le da esperanza viva (v. 13).


III. El clamor se cambia en testimonio (v. 14).

  • A. Espera en Jehovah. Espera en su respuesta que sin duda vendrá.

  • B. Esfuérzate, y aliéntese tu corazón.


Conclusión:

Angustiarse por una situación difícil es una experiencia común.

Pero cuando uno conoce al Señor y ha andado con él. puede llevarle a él su angustia. Aun la oración más angustiada es un proceso. Al compartirla con Dios, él le guía al camino de la rectitud y a compartir su testimonio con otros. ¿Tiene un clamor angustioso? Tráigalo a Dios, él responderá, su clamor será cambiado en confianza.


Lecturas bíblicas para el siguiente estudio


Lunes: Salmo 62

Martes: Salmo 24

Miércoles: Salmo 9:1-14

Jueves: Salmo 70:1-5: 71:1-6

Viernes: Salmo 94:12-23

Sábado: Salmo 90

somos una iglesia familiar

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