DIOS ES MI PROTECTOR
Ayuda homilética
Viviendo bajo la protección divina Salmo 91
Introducción:
Sin duda que hay múltiples maneras en que el hombre puede protegerse de las adversidades. Sin embargo, nada se compara a la riqueza de la protección divina. El que busca esa protección encomiará bendiciones co mo las siguientes:
I. El Todopoderoso lo cubrirá con su sombra (v. 1).
A. Como la nube que cubrió al pueblo en su peregrinar por el desierto.
B. Como la sombra bienhechora de un árbol donde descansa el viajero que ha recorrido un gran trecho.
II. Lo librará de diversas circunstancias adversas (vv. 3-8).
A. De la trampa del maligno
B. Del temor nocturno
C. Enfermedades mortales
D. Del juicio contra los impíos
III. Lo hará por medio de sus ángeles (vv. 11-13).
A. Les ordenará que guarden sus caminos.
B. Le llevarán en sus manos.
C. Aun en los peligros más graves, ellos le protegerán.
IV. El único requisito: confiar en él (vv. 14-16).
A. Por amor
B. Invocándole
C. Buscando su salvación
Conclusión:
Cuando un hijo de Dios deposita su confianza en Dios, él le responderá con grandes bendiciones. Él tiene recursos ilimitados para cumplir con sus promesas. Pero es requisito indispensable que clame a él buscando la respuesta a sus necesidades.
Lecturas bíblicas para el siguiente estudio
Lunes: Isaías 1:1 -20
Martes: Isaías 1:21 a 2:4
Miércoles: Isaías 2:5-22
Jueves: Isaías 3:1 a 4:1
Viernes: Isaías 4:2 a 5:7
Sábado: Isaías 5:8-30