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DIOS LLAMA A SU PROFETA

Estudio panorámico del contexto

A. Fondo histórico:

El capítulo que nos ocupa se podría llamar el testimonio de Isaías, un do­cumento que en sí mismo es un dictamen de la infidelidad de la corte y la nación. La palabra de Dios fue desobedecida en una situación histórica especí­fica trayendo como consecuencia la repentina crisis causada por la invasión de Judá por los ejércitos arameos e israelitas.


El material autobiográfico demuestra la manera como Isaías se consagró a persuadir al rey Acaz a adoptar diferentes políticas tendientes a confiar en Dios en lugar de hacer alianzas políticas y militares.

Después de la muerte de Uzías (742 a. de J.C.) su joven hijo Acaz fue una sorpresa desagradable. Al ser presionado por los reyes de Efraín (Israel del Norte) y Damasco a entrar en una alianza contra Asiria el joven no sabía qué hacer. Rechazó el consejo de Isaías y se convirtió en un subordinado de Asiria.


En estos capítulos que forman el contexto de este estudio, se ve a una persona presa del pánico sobre el trasfondo del magnífico llamamiento del profeta Isaías.


B. Enfasis:

El llamado del profeta, Isaías 6:1-13.

En este pasaje encontramos al pro­feta mismo por primera vez, después de cinco, capítulos de mensajes a Judá.

En los siguientes capítulos encontraremos unos cuantos episodios de su vida y actividad. La misión de Isaías tropezará con una fuerte oposición por parte de los que oirán sus mensajes.


El encuentro de Isaías con Acaz, Isaías 7:1-13.

Probablemente fue la pri­mera intervención de Isaías como profeta. Quiso asegurar al joven rey Acaz que debía confiar en Dios y no establecer una alianza con Asiria que resultaría en un desastre para Judá. El v. 9 es de mucha importancia. Si uno cree en los propósitos de Dios tendrá firmeza y resistirá la tentación de hacer maniobras para salir de las situaciones difíciles. Muchas veces Dios obra a largo plazo; hay que darle tiempo para actuar.


La señal de Emanuel, esperanza para el pueblo, Isaías 7:14-25.

En una de las grandes profecías del Antiguo Testamento. Isaías anuncia la llegada de un bebé con el nombre Emanuel. Asegura al rey que antes de 13 años el país estará libre del peligro de Samaría y Damasco. La palabra en hebreo (almah) puede significar "virgen o una joven capaz de concebir. Es imposible saber si Isaías tenía en mente una persona determinada, lo que sí sabemos es que la profecía fue cumplida finalmente en Cristo. Lo demás es bien evidente que Asiria era una "navaja alquilada para efectuar el juicio de Dios sobre un pueblo pecaminoso.


Isaías llama al pueblo a tener fe en Dios y predice la destrucción de Israel y Siria, Isaías 8:1-22.

El profeta anuncia con toda la claridad posible la derro­ta de los dos pequeños reinos. Luego también le dice a la gente que él se retirará del ministerio público puesto que ni el rey ni sus consejeros le escucha­ ron. La tristeza más grande para los profetas del Antiguo Testamento era que cuando la gente desobedecía sus mensajes sufría enormes desastres cuando todo se pudiera haber evitado. Aunque tenían entonces al profeta de Dios pre­sente, preferían consultar a los adivinos y astrólogos.

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