Estudio panorámico del contexto

A. Fondo histórico:

Isaías comprendió que no solamente Israel iba a caer bajo el juicio de Dios, sino también las demás naciones. En estos capítulos se mencionan diversas naciones por nombre y se anuncia el castigo de Dios por sus pecados y cruel­dad. El profeta seguramente tenía dos propósitos al escribir estos capítulos. En primer lugar, convencer a los hebreos de que su Dios era el único y tenía dominio sobre todas las naciones. En segundo lugar, convencerles de que Dios no solamente iba a castigar a Israel por sus pecados sino también a las demás naciones.

Probablemente estos capítulos se escribieron entre los años 734 y 715 a de J.C. cuando el profeta se retiró de un ministerio público debido al hecho que el rey Acaz no le escuchó. No hay nada más frustrante que hablar a una per­sona que no presta ninguna atención a lo que se le está diciendo. Isaías tenía sus propias fuentes de ingresos. El rey Acaz no le pagaba por ser profeta y por lo tanto el profeta se retiró de la corte para vivir con su familia y escribir estos capítulos y mucho más.

Los capítulos 24 al 27 constituyen una porción escatológica de la Biblia en la cual el profeta anuncia la victoria de Dios en el mundo y la redención de Israel. No son un apocalipsis como el libro de Daniel o el libro de Apocalipsis en el Nuevo Testamento, pero son precursores de esta clase de literatura.

B. Enfasis:

El juicio de Dios es real, Isaías 13 a 23. Estos capítulos sirvieron mucho en la época del profeta porque anunciaron que las demás naciones también vivían bajo la soberanía de Dios y tendrían que comparecer ante su tribunal para recibir el castigo por sus pecados. No importa que no tuvieran la Ley de Dios. Hay ciertos crímenes contra la humanidad por los cuales todos ten­dremos que responder. Israel tuvo relaciones comerciales con muchas de estas naciones, y de ellas como de otras sufrió la agresión. En estos capítulos 13 al 23, se menciona quiénes eran los vecinos de Israel en aquel entonces.

El juicio de Dios es universal, Isaías 24:1-12.

Este capítulo anuncia que la tierra será saqueada puesto que sus habitantes han violado el pacto sempiter­no. El juicio de Dios será universal y horrible. Se refiere al pacto con Noé que es para toda la humanidad.

Dios es el Dios Eterno de todo el universo, Isaías capítulo 25.

Este capí­tulo enseña que Dios es la fortaleza del pobre y que un día él derrotará la muerte para siempre.

Habrá alegría para los que confían en Dios y renuevan su pacto con él, Isaías 26:1 a 27:5. 

Hermosas canciones de alabanza a Dios y la seguridad de la resurrección de los fieles de su pueblo. Estos capítulos comienzan con el juicio universal y terminan con alegría universal.

El Dios incomparable aplicará su perdón, Isaías 27:6-13.

Un pasaje mara­villoso que promete que un día Dios va a reunir a su pueblo en su propia tie­rra y ya no vivirán más como desterrados. El pueblo de Dios no goza de sus bendiciones porque las merezca; es la pura gracia de Dios que nos salva y ben­dice lo que hace posible tener esas bendiciones.