En mi sed siempre he buscado una fuente do beber; y esperaba que esas aguas me calmaran mi honda sed.
CORO
¡Aleluya! Lo he encontrado, a Jesús, quien me ama a mí. Satisfecho me ha dejado: por su sangre salvo fui.
II
En mi hambre yo comía sin mis fuerzas aumentar; lo mejor siempre quería sin poder lo alcanzar.
III
Pobre fui, y las riquezas yo buscaba con afán; mas el mundo sus tristezas me ofreció en vez de pan.
IV
Fuente viva de agua pura, pan de vida y todo aquí; y riqueza bien segura: Jesucristo es para mí.