En conclusión, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios.
(1 Corintios 10:31)

Dios es amigo de los solitarios, Padre de los huérfanos y defensor de las viudas es Dios en Su santa morada.
Dios prepara un hogar para los solitarios.
(Salmo 68:5-6a)

Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias. Alégrense y llénense de júbilo, porque les espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron a los profetas que los precedieron a ustedes.
(Mateo 5:11-12)

¿Conoces a alguien que vive vanagloriándose?.
Es un problema serio ya que es bastante común que las personas hagan de sus casas, sus hijos, sus recursos, talentos o títulos y hasta de una placa en su iglesia sus motivos de gloria personal.

2 Crónicas 18
La diferencia entre dos reyes, uno que tiene a Dios en su corazón y lo acepta como Dios soberano, y el otro que le conoce, pero que no acepta su soberanía, sino que sabe que existe, mas no acepta su voluntad.

En Lucas 16, encontramos una historia del más allá, narrada por el mismo Jesús.
En esta historia se materializa el evangelio de Jesús y aún el mismo apocalipsis narrado por Juan muchos años después

¿Quién soy yo, y qué es mi casa, para que tú me hayas traído hasta aquí?. Decía David en 2 Samuel 18.

Marcos 4
Que para EL no hay nada oculto ni escondido..

Marcos 8.
Preguntó Jesús a sus discípulos: ¿Quién dicen los hombres que soy yo? V27

Defendió Pedro a Jesús frente a los que le arrestaban, pero cuando vio que él también podía ser arrestado le negó, y hasta maldijo en procura de salvarse, sin saber que se negaba el mismo la vida.

Lucas 2
Noticias escuchamos todo el tiempo y por estos días quizás no sean de mucho agrado, más aún tienden a empeorar pues el mundo da señales antes de su fin y dichas señales no son de mejora, sino que cada vez se aumenta la carga de maldad que debe soportar, no porque Dios lo haga, sino por la misma naturaleza del mundo y su gobernante, pues no quiere Dios las guerras, sino EN LA TIERRA PAZ V14.

Dice el señor en Levítico 21 y 22, que los que ofrecían la ofrenda debían ser santos ellos y también aquello que ofrecían.