Jesús, yo he prometido, Servirte con amor; concédeme tu Gracia, mi amigo y Salvador. No
temeré la lucha, si tú a mi lado estás, ni perderé el camino, si tú conmigo vas.
II
Estamos en el mundo, y abunda tentación; muy suave es el engaño, y necia la pasión. Ven tú, Jesús, más cerca, en mi necesidad. Y escuda al alma mía de toda iniquidad.
III
Y si mi mente vaga, ya incierta, ya veloz, concédeme que oiga, Jesús, tu clara voz anímame si dudo; inspírame también; repréndeme, si temo en todo hacer el bien.
IV
Jesús tu has prometido a todo aquel que va, siguiendo tus pisadas, que al cielo llegará. Sostenme en el camino, y al fin, con dulce amor, trasládame a tu Gloria, mi amigo y Salvador. Amén.