top of page

400. Tu Vida, ¡Oh Salvador!

Tu vida, ¡Oh Salvador!, diste por mí; y nada quiero yo negarte a ti. Rendida mi alma está; servirte ansía ya, y algún tributo dar de amor a ti.
II
Al Padre sin cesar ruegas por mí, y en mi debilidad confío en ti; quiero mi cruz llevar, tu nombre proclamar, y cantos entonar de amor a ti.
III
A estar conmigo ven, viven tú en mí; y cada día haré algo por ti: al pobre algún favor, curar algún dolor, y así mostrar tu amor, algo por ti.
IV
Cuanto yo tengo y soy lo entrego a ti, ¡En gozo o aflicción tuyo hasta el fin! Y cuando vea tu faz, en Gloria donde estás siempre dejarás servirte a ti.

somos una iglesia familiar

LOGO MANANTIAL CIRCULO3.png
bottom of page