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LA FIESTA DE BODAS

LA FIESTA DE BODAS

Mateo 22
Dice Éxodo 31 que Dios llamó a los mas talentosos para que hicieran su tabernáculo, cada dependencia, utensilios y aún los vestidos de los sacerdotes, y que el mismo los llenó de su Espíritu y les dió sabiduría e inteligencia. Dejándonos ver esto que Dios tiene gustos por las formas de hacer y llegar a sus celebraciones.

Sin embargo en Éxodo 32, podemos encontrar la decepción de Dios por los actos de su pueblo, pues en vez de esperar la fiesta que Dios organizaba, se hicieron su propia fiesta e incluso se inventaron su propio anfitrión. Por lo tanto dejó Dios de llamarlos "Mi Pueblo", pues ya no estaban en su fiesta, sino en la de ellos mismos.
Ya en éxodo 33, estando Moisés en representación del pueblo, Dios se arrepiente de desecharles y les da una nueva oportunidad, logrando otra vez ser convidados originales a la fiesta de Dios.
Pero en Mateo 22 vemos que los convidados originales no quisieron venir, así que se abrieron las puertas para todos los demás, sin embargo aunque las puertas están abiertas, es necesario vestirse de boda.

No son dignos los convidados a la boda sino vienen, mucho menos si no honran la palabra o invitación del Rey.

Mas se hacen dignos todos los que deciden venir, sin importar si tenían o no la invitación previa u original, sin embargo todos los que vienen deben vestirse de bodas, debe su apariencia coincidir con lo que decidieron, celebran y proclaman.

El malo debe vestirse de boda y el que se considere bueno también debe vestirse de boda. No sea que considerando nosotros mismos estar bien como nos parece, terminemos estando mal a los ojos del Rey. Por lo tanto debemos escudriñar cada dia la forma del vestido que el Rey quiere de nosotros; porque, con este vestido puesto nos relacionamos con él y con los demás de la fiesta.

Si estamos vestidos de Cristo, estamos vestidos de salvación, y si estamos vestidos de salvación, nuestra apariencia debe ser como de salvos vestidos de Cristo.

No solo debemos ir, sino vestirnos de boda.

Dios nos bendiga.

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