SI ALGUNO SE LEVANTARE DE LOS MUERTOS...
En Lucas 16, encontramos una historia del más allá, narrada por el mismo Jesús.
En esta historia se materializa el evangelio de Jesús y aún el mismo apocalipsis narrado por Juan muchos años después
Se puede encontrar en esta historia, el reflejo de lo que encontramos a veces en nuestra vida diaria, la insensatez y la indolencia, pueden venir a nosotros y aún salir de nosotros, olvidando lo aprendido y a veces lo predicado, dejando de lado el segundo gran mandamiento (amarás a tu prójimo como a ti mismo) el cual en la historia del Rico y Lázaro se infringe y tiene consecuencias devastadoras, no porque este mandamiento como ley nos condene, sino porque la violación o cumplimiento del mismo refleja nuestra verdadera naturaleza, la cual el Señor conoce y podría decirnos mañana: nunca os conocí; pero, gloria a Dios si nos dice todo lo contrario: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino...
Dijo el Rico:
Si alguno se levantare de los muertos se arrepentirán...
Dijo Abraham:
Si no oyen a Moisés y los profetas, tampoco se persuadirán, aunque alguno se levantare de los muertos.
Jesús se levantó de los muertos y aún muchos no nos persuadimos a dejar todo lo que nos podría llevar al lugar de tormento, aún muchos tampoco escogen a Jesús para que sus pecados sean remitidos.
Remitió Dios el castigo de David a su hijo nacido de Betsabé, muriendo el niño y no David.
Recordemos que el pecado carga dos cosas: Castigo y consecuencias. Y aunque Dios puede remitir el castigo a la muerte de Jesús para que nosotros no muramos; aún así, la consecuencia sigue de largo.
Dios nos bendiga.