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LA MAYORDOMÍA DEL TIEMPO Y LAS POSESIONES

Estudio panorámico del contexto

A. Fondo histórico:


Proverbios fue escrito dentro del contexto de la vida agraria, y por eso al­ gunas de sus ilustraciones hablan de la hormiga, la balanza falsa y los intereses por préstamos. Las ilustraciones se refieren a los contactos constantes entre los padres y los hijos, condición que se ve raras veces hoy debido a la comple­jidad de la vida moderna. Pero estas enseñanzas también tienen su aplicación para los que viven en centros urbanos en la época contemporánea. 


El problema económico es primordial para todo ser humano. Pasamos la mayor parte de nuestro tiempo pensando en la adquisición de bienes y traba­jando para el sostenimiento. Pero en medio de todas estas actividades necesi­tamos recordar los valores no materiales, tales como las relaciones con los fa­ miliares y amigos, y por supuesto, nuestra relación con Dios.


B. Énfasis:


La importancia de ser sabios, 13:1 a 14:35. 

La práctica de la sabiduría, según como se trata en Proverbios, es el mejor camino para alcanzar una vida llena de satisfacciones. El que es sabio acepta la disciplina y aborrece la pala­bra de mentira. Asimismo, la mujer que es sabia hará todo lo que es capaz de hacer para edificar su casa.


Dios está atento a la actuación de los buenos y los malos, 15:1 a 16:33.

Los buenos son aquellos que practican las virtudes que están expresadas en este contexto. Obviamente, los malos son aquellos que deciden normar su vida basándose en los criterios del mundo sin Dios. Los buenos responden suave­ mente a sus agresores para quitar la ira. Los malos son abominación a Jehovah.


El Señor prueba los corazones, 17:1 a 18:24. 

No lo hace para condenar a las personas, sino para purificar sus corazones como se purifica el oro y la plata cuando son pasados por el fuego. Entre otras cosas, una persona tiene que aprender a vivir con las consecuencias de todo lo que dice.


La aparente ignominia de la pobreza, 19:1 a 20:30. 

Desde el punto de vista humano, una persona pobre queda relegada a una categoría inferior, al grado que hasta sus hermanos llegan a odiarla. Como un adelanto del evange­lio, el escritor de Proverbios dice que el que ayuda al pobre presta a Jehovah, es como una inversión garantizada.


La justicia del hombre es analizada por Dios, 21: 1a 22:29.

El hombre ca­lifica su actuación como justa. Pero la verdadera justicia es estar en paz con Dios al hacer su voluntad. En última instancia, es prerrogativa única de Dios juzgar el corazón de los hombres.

Sobresale en este pasaje el v. 1 del cap. 22 que nos recuerda que es mejor para un hombre tener buena reputación que tener riquezas materiales.

somos una iglesia familiar

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